He vuelto para sacarme del pecho lo que mi boca no sabe dejar ir,
he vuelto a ahogarme en la dualidad de los momentos que reviven, como una flor, de los restos de la muerta antes.
He venido a soltarme el pelo, a llorar de impotencia y enmarcar mis fracasos, reciclar mis éxitos, resaltar los hallazgos.
He vuelto para sobrevolar el tiempo que tanto,
tanto,
me cuesta admirar.
He vuelto para sangrar, para que mis voces de otros días, de otros años, me repitan al oído mis grandes tormentos.
He vuelto para hacerme fuerte, para dejarme caer en el sentimiento más intenso que sea capaz de destilar porque sobre todo he vuelto
porque ya no me queda
miedo.