Killing me with your names, written together inside a heart on a tree.
Soy tonta, tontísima, lo sé de verdad, pero supongo que ese es parte de mi encanto, ¿no?
¡Sabía perfectamente cómo me sienta ver esas malditas fotos! ¡Y aún así lo hice!
¡Sabía cuánto dolía mirar aquellas fotografías, en las que la gata venenosa, de ojos encharcados en sombra de ojos y los labios llenos de lápiz carmín te tocaba, te miraba, incluso te besaba! ¡Era peor que una maldita pesadilla!
Conocía dicha sensación de angustia, dolor y rabia desde hacía ya bastante tiempo, ¡¿Qué decir?! Nunca supe mantenerme cuerda en los temas referentes a ti. ¡Qué asco me da esa maldita víbora! Casi puedo notar en su mirada pseudo-basilisca un horrible aire hirviente y ácido, lleno de odio y rencor.
¡LA ODIO! Jamás creí que podría llegar a odiar a alguien, pero es ella, ya ha pasado el tiempo y afortunadamente todos los pingüinos, los "pitiminís" y los pakújules han desaparecido, pero aún así ella sigue viviendo, y el recuerdo de lo que fue un día un amor digno de envidia sigue latente.
Y día tras día su presencia me envenena.