lunes, 17 de junio de 2013

Takut.

Ni la sal del mar,
ni la ginebra del bar.
Ni el trotar de la paciencia,
ni la carrera del impulso.
Ni el grito del desengaño,
ni el callar de la incertidumbre.
Ni la claridad de la confianza,
ni la opacidad de las lágrimas.
Ni el manjar del amor,
ni las sobras del rencor.
Ni heridas de bala,
ni plumas en las alas.
Ni cartas sin sello,
ni mensajes en el contestador.
Ni estima, ni desdicha,
ni alguien con quien soñar.
Ni vida, ni muerte,
ni consuelo, ni perdón,
ni talentos ni manías.
ni mis ganas ni las tuyas,
ni tus promesas ni mis locuras.
Ni un resto de tu olor.

Sólo sigue sentada la espera pasiva,
y ni siquiera quedo yo,
por si llegas tú.

Pisadas de Hierro.

Nada en orden,
todo roto,
a punto ya de no ser.
Pero toco la alegría,
porque aunque todo esté muerto,
yo aún estoy vivo y lo sé.




lunes, 3 de junio de 2013

Sin vivir al compás del minutero.

Se queman las palabras y el papel, se rompen las fotos y las miradas, los suspiros se evaporan y el tiempo avanza...
Y bueno, ¡Es así como sabe el desamor! amargo y candente como brasas enfurecidas. Un sabor fugaz pero intenso que viene cosido al retorcido recuerdo de antes de dormir, no podría esperar menos.
¿Pero qué cojones me pasa que pasando el tiempo no pasa nada?
¿Y si no cambian las cosas?
¿Y si no quedan más vueltas de tuerca?