lunes, 21 de abril de 2014

20A

Tal vez hoy me toca vaciar las viejas tintas de impotencia,
hacer la maleta y sacar las piedras de los bolsillos,
arrancar lo malo y sembrar lo bueno,
sacar la basura y las desilusiones,
tender al sol la pena para secarla,
no sé, volver a casa.
Dejar de recordar y volver a imaginar,
dejar de recrear y empezar la creación,
coserme las alas de nuevo y no sé,
tal vez alejarme de la Morla, no lo sé,
vaciar los tarros de prioridades y volverlos a llenar,
no sé,
pero tal vez sea hoy el día,
tal vez, no sé,
tal vez ya nadie te espera.

miércoles, 16 de abril de 2014

Canción de ceniza

Jamás podría negarme a tus ojos tristes, tan sólidos y melódicos como ruedas de blues, aunque podría afirmar mil veces que no eres nadie, que no danzas con mis musas, que no vives en mi cabeza y me atrevería a negar cada segundo que he pasado ensimismada entre tus átomos, perdida entre tus pecas y enamorada de tu olor. Me atrevería a ser consecuente, a olvidar con la puerta abierta, tal vez incluso a tirarte a la basura sin pensarlo. Sería capaz de luchar por mi misma, por mantener a flote mi orgullo, quien sabe, tal vez sería capaz de aborrecerte, de huir de la arena que me asienta en tu oasis, huir de tus pecas, de tus ruedas de blues, sería capaz de hacerme ver que nada merece la pena.
Pero siempre serás música,
y siempre serás las ganas,
serás la espina, la picadura, el veneno, la cura,
serás la noche, el día, el ocaso y el crepúsculo
serás el dolor, el alivio, la agonía,
y podría mentirme mil veces y decir que ya he volado y olvidado,
pero siempre seguiré aquí, consumida, latente e impaciente,
como ceniza entre tu arena.

viernes, 11 de abril de 2014

Sobras frías

Ojalá me quedase el tacto de tu vuelo,
que despegase a ras del sol para elevarse al vacío.
Ojalá me quedaran motivos para creer, para confiar, para idear.
Ojalá me quedaran palabras hechas de verdades, ojalá me quedaran memorias indoloras.
Ojalá me quedaran más poemas que reproches, ojalá me quedaran las ganas, ojalá te quedaran las tuyas.
Ojalá me quedara el valor y las fuerzas, ojalá me quedara lo invertido.
Y aunque lo pierda todo,
aunque te desvanezcas como el humo,
te consumas como la ceniza,
y me abandones en tu memoria.
Aunque ya nada valga nada,
me sigue quedando toda una vida,
para esperarte tiritando,
como si quedara algo por lo que luchar.

lunes, 7 de abril de 2014

Espejo

Ya no quiero reflejos, ni charcos, ni vuelos, ni sangre, ni esbozos, ni esclavos, ni promesas, ni ganas, ni noches, ni sombras, ni recuerdos, ni agua, ni sed, ni tinta, ni saliva, ni piel, ni madera, ni caprichos, ni agonías, ni flores, ni palabras, ni poesía.
No quiero penas, ni alegrías, ni reformas, ni devoluciones, ni miradas calladas, ni dormir, ni estarme quieta, ni correr, ni salir, ni volver, ni morir, ni nacer, ni perderme, ni encontrarme, ni quedarme sentada.
No quiero sencillez, ni filosofía, no quiero letras, ni dudas, ni colores, ni formas ni victorias, ni prejuicios, ni tazas, ni lo que soy, ni lo que no soy.
Y no quiero que te vayas, ni que vuelvas, ni un minuto más contigo, ni en tu ausencia.

Quédate conmigo, ¡lejos!,
y aléjate de mi más cerca.